Rusia.- La Segunda Guerra Mundial cambió para siempre las vidas de millones de familias, cuyos miembros perdieron el contacto o fueron separados. Sin embargo, décadas después, y en contra de todo pronóstico, todavía son posibles los reencuentros felices. Lo demuestra el caso de Rosalina Jaritónova, una mujer de 93 años de la provincia rusa de Cheliábinsk, y de su hermana Yulia, de 91, con la que se ha reencontrado 78 años después.
«Éramos una familia muy buena, no nos peleábamos, lo compartíamos todo. Juntas jugábamos con las muñecas en la arena, juntas cuidábamos a nuestra madre, porque a mendo estaba enferma», relata Rosalina.
Su vida, como la de millones de soviéticos, se vio truncada por la llegada de las tropas nazis a su territorio. En 1942, cuando estalló la crucial Batalla de Stalingrado, el combate más sangriento de la Segunda Guerra Mundial tras el feroz ataque de los nazis, que vino precedido de un demoledor bombardeo aéreo, las entonces adolescentes de 14 y 16 años fueron evacuadas a regiones más seguras. Pudieron salvarse, pero se separaron.
La historia de la madre más joven del mundo
«Intenté encontrarla, y también a otros familiares. Me dijeron que había perecido en un bombardeo junto con otras personas evacuadas. Sin embargo, seguí buscando», confiesa. Su hermana Yulia tampoco perdió la esperanza con el paso de los años. Les contaba a sus hijos los pormenores de la infancia y les pedía que la ayudaran a buscar a Rosalina.
Gracias a la Policía y al programa de la televisión rusa ‘Espérame’, que se dedica a la búsqueda de personas, el emotivo reencuentro con su hermana Yulia finalmente tuvo lugar.
«El proceso se vio dificultado por el hecho de que se dieron datos incorrectos. Debido a la avanzada edad, la solicitante había olvidado el nombre completo de su hermana. En vez de Rosalina dijo tan solo Rosa. También hubo un error con el año de nacimiento. Al contactar con las dos mujeres, se confirmó la suposición de que eran hermanas», dijo Irina Volk, portavoz del Ministerio del Interior de Rusia.