En esta etapa de mi vida me he enfocado en servir de inspiración y motivación, en ser un agente de transformación, he crecido y sigo haciéndolo para motivar y ayudar a otras mujeres, que cómo yo, están en una edad madura, trabajan en realizarse como seres humanos y valoran la oportunidad de vivir sus sueños.
Me gusta contar historias positivas, ser parte de ellas y nada me da más satisfacción y alegría que de ver cómo puedo ser parte de un logro alcanzado. He sido una luchadora incansable, por mí y por otros, escribo, oriento y hago de mentora a quienes buscan su propósito de vida, y me solicitan. Lo he hecho de la nada, sin pedírmelo, con personas que acabo de conocer, me sale sin proponérmelo.
Se, mejor que nadie que la edad, la situación económica y la posición social no son obstáculos para alcanzar nuestras metas y la realización personal, sin embargo, sé que muchas mujeres y algunos hombres, no lo entienden así, lo que me ha motivado a curtirme en el tema para guiarlos en su camino y que puedan brillar desde adentro hacia fuera y disfrutar su experiencia de vida.
Propósito
He tenido conversaciones con todo tipo de gente, de diferentes niveles sociales, de distintas profesiones y no académicos, que a menudo dicen no saber a qué vinieron a este mundo. Me quedo de una pieza, fría, al escucharlos. En ocasiones me he tomado la pregunta para mí. Porque vivo promoviendo y ventilando que el trayecto que debemos seguir es el de nuestros sueños, el que nos enciende el alma y el que nos hace feliz, pero para algunas personas eso suele ser poco realista, o por alguna razón no lo tienen claro, tampoco creen en sí mismos.
Creo que, simplemente no se han detenido a escuchar su voz interior, pues en ella encontrarán sus pasiones y talentos, los cuales todos tenemos, porque nadie viene a este mundo vacío. Lo más difícil parece ser que no nos tomamos el tiempo de descubrir lo que queremos, ni mucho menos de encontrar las pistas que nos conduzcan hacia lo que nos llena el alma. Y es que, quienes no les han prestado la debida atención a los «susurros internos» que viajan desde nuestro corazón al cerebro y viceversa, se está perdiendo la guía directa que lo conducirá hacia la vida para la que nació.
¡Este año!
Nadie nos advirtió como seria este año, que nos traía y hacia donde debíamos inclinar nuestras acciones, sin embargo, hemos tenido que aprender sobre la marcha. La vida nos cambió y nos invita a trabajar en la transición de quienes somos, que queremos, hacia donde dirigimos nuestro barco y cuáles son las cosas importantes en nuestra vida. Entonces, hoy más que nunca debe ser prioridad encontrar nuestro verdadero propósito y sintonizarlo con nuestra intuición. Es nuestro trabajo alinearnos como seres de luz, que aportamos al cambio desde nosotros mismos para contribuir con otros y con el mundo. Nuestro plan de vida necesita un “Refresh”.
¡Que pensamos!
Creo fielmente que nosotros debemos cambiar el “chip” de nuestros pensamientos, porque es ahí donde se concentran nuestras mayores limitaciones. “El mundo es de quien se arriesga…” debemos darle un lugar de primacía a nuestra intuición, aprender a identificarla y combinarla con lo que sentimos para poder hacerla parte del diseño de nuestra vida, con el propósito de hacer realidad nuestros sueños y nuestras aspiraciones como seres humanos.
Con el favor de Dios nos leemos la próxima semana.
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