El Gobierno lanzó este martes la campaña nacional contra el dengue y llamó a la población a integrarse activamente en la prevención de la enfermedad, que el año pasado causó más de 60 defunciones.
La campaña, que cuenta con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), está orientada a la descacharrización, fumigación y eliminación de los criaderos del mosquito transmisor del dengue después de que el año pasado el país superara los 28,000 casos.
Esta jornada «marca el inicio de un nuevo esfuerzo colectivo para proteger la salud y el bienestar de todos los dominicanos», dijo la vicepresidenta del país, Raquel Peña, quien encabezó el acto.
Desde el Gabinete de Salud «trabajamos para fortalecer la prevención y coordinar la atención efectiva de los casos que se puedan presentar», añadió Peña.
En tanto, el ministro de Salud, Víctor Atallah, dijo que el dengue se ha convertido en una preocupación continúa tanto en el país como en la región, debido a los ciclos recurrentes y sus manifestaciones.
En respuesta a esta amenaza, desde el Ministerio de Salud Pública «nos hemos comprometido a implementar y liderar este plan de acción nacional, acompañados de las alcaldías, ministerios, instituciones educativas y la comunidad en sentido general, para garantizar el éxito de esta iniciativa», apuntó el funcionario.
El Ministerio de Salud Pública emitió el mes pasado una alerta epidemiológica por dengue ante un aumento de casos en la región de las Américas, que en 2023 registró su peor año de la enfermedad, con más de 4,5 millones de afectados y 2,340 fallecidos por esta causa.
Aunque en las últimas 22 semanas los casos de dengue en el país continúan «el descenso sostenido», se prevé que, al igual que en toda la región, «este panorama pueda cambiar, siendo este 2024 un año de alto riesgo de transmisibilidad de esta enfermedad por los notables cambios climáticos en todo el mundo», apuntó entonces la cartera de Salud.
La incidencia del dengue suele aumentar en los meses de verano, que coinciden con la época más húmeda en el Caribe, lo que facilita la proliferación del Aedes aegypti, transmisor también de otras enfermedades como el chikunguña y el zika.
