El presidente de Rusia, intensificó su defensa, mientras que las tropas de Moscú ponen resistencia al Ejército y a las milicias civiles, Vladímir Putin respondió con ataques más agresivos.
En un intento por aislar la región del Donbás y hacerse con el control del este de Ucrania, Putin inició otro intenso ataque contra Járkov.
La enorme explosión ha golpeado el centro de la localidad alcanzando el edificio de la Administración Regional, según el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Ucrania. Una cámara de seguridad frente al inmueble muestra las consecuencias del ataque poco después de que se levantase el toque de queda en la ciudad. Tras el impacto del misil, una gran bola de fuego ha engullido los coches aparcados frente al edificio, junto a la plaza de la Libertad.
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El asesor del Ministerio del Interior asegura que la intención del bombardeo era acabar con la vida del gobernador y de la cúpula política.
El ataque contra Járkov, el más destructivo hasta el momento en la guerra de Putin contra Ucrania, visibiliza el cambio de estrategia de Rusia en este conflicto, el mayor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Casi 90 edificios de apartamentos de Járkov y un importante centro educativo, han sufrido daños por los bombardeos. Muchas partes de la ciudad están sin electricidad, agua o calefacción en pleno invierno y las personas pasan las noches acurrucadas en los refugios antiaéreos.
”Esto no es un ataque equivocado al azar, sino un exterminio consciente de personas. Los rusos sabían a lo que estaban disparando”, afirmó el presidente ucranio, Volodímir Zelenski.
“Esto es, sin duda alguna, un crimen militar. Una ciudad pacífica. Barrios residenciales tranquilos. Ni un solo objeto militar a la vista”, remarcó el líder ucranio, que ha denunciado a Rusia ante la Corte Penal Internacional de La Haya.