Agentes de la Policía Nacional suspendieron la noche de ayer miércoles una fiesta clandestina que se llevaba a cabo en el municipio de San Antonio de Guerra, violentando el toque de queda.
La actividad también violentaba el estado de emergencia y las medidas sanitarias impuestas para contener la propagación del COVID-19.
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En un video del hecho se muestra cuando los agentes entran a la fiesta, donde había decenas de personas aglomeradas en los alrededores de una piscina con música y bebidas alcohólicas.