La compañia petrolera estadounidense Diamond Offshore, con sede en Texas se declaró en bancarrota.
Según la publicación de The Wall Street, la empresa que cuenta con una deuda de más de 2.600 millones de dólares, solicita al tribunal de quiebras de Houston protección de los acreedores bajo el capítulo 11 de la ley de bancarrota de EE.UU.
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La petrolera, que cuenta con 15 plataformas de perforación, argumentó que las condiciones en su «industria altamente competitiva y cíclica» han «empeorado precipitadamente en los últimos meses» y culpó de la situación al impacto «sin precedentes» de la guerra de precios del petróleo y la pandemia de coronavirus.
En ese sentido, aseguraron haer tomado algunas medidas para reforzar sus finanzas, como el préstamo de 400 millones bajo una línea de crédito renovable en marzok, sin embargo la mejor opción fue declarar la bancarrota del capítulo 11 para todas las partes interesadas.