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No podemos trascender en lo que no dominamos

Lo que me recuerdan mis tatuajes
Ana Mercy Otáñez
amercy@gmail.com

Nosotros somos los únicos responsables de nuestra vida. Pero nos la complicarnos al tratar de no vivir en consonancia con nuestro ser. El primer error que cometemos es tratar de buscar afuera cosas que entendemos nos hacen faltas para ser felices, estables o sentirnos satisfechos.

En la mayoría de los casos tenemos decenas de cosas disponibles a nuestro alcance, pero no logramos verlas, porque estamos sumergidos en el sueño o en los anhelos de otras personas o creemos que lo conseguiremos al tener tal o cual cosa. Puede ser que estemos enfocados en nuestros hijos, en nuestra pareja, en la familia, en el trabajo, en la casa, en los bienes o simplemente estemos viviendo la vida de otro, todo eso implica un mayor esfuerzo o sacrificios que hacemos bajo el criterio de tener, lo que nos lleva a sentirnos frustrados o disgustados con nosotros mismos, provocándonos un bloqueo intrínseco ante la vida, lo que nos reprime el alma, impidiéndonos que conectemos con nuestro yo interior y con nuestro propósito.

Comencemos por dentro

Para que podamos estar atentos a las maravillas que nos ofrece el universo y trascender desde nuestro interior, debemos entrar en un estado de agradecimiento consciente, no se trata de dar gracias como un cumplido, sino de agradecer todo lo que tenemos, el despertar, el respirar, el sol, la luna, la lluvia, los alimentos, el día, la noche, la familia, el trabajo, la casa o  el automóvil, porque en nuestra vida todo nos aporta algo o cubre una necesidad y lo que no, son situaciones que tenemos que vivir para aprender algo.

“Todo lo que Dios hace es bueno y todo lo que Dios permite es necesario”.  Esta es una de mis mantras o frase de anclaje, porque he aprendido que las alegrías nos mueven a un estado de felicidad momentáneo y que está en mí la decisión vivir feliz como un estilo de vida. No debemos centrarnos en las distintas circunstancias, ni en las trabas que aparecen en el camino, debemos verlos como una enseñanza. Cada día es una oportunidad de construir la vida que queremos, de luchar con nuestras propias resistencias a dar el primer paso que nos impulsará a seguir y a vencer los “monstruos” que solo nosotros creemos que nos persiguen.

Trascender es aportar

Nos transformamos con la práctica, comenzando como cualquier principiante que necesita repetir las veces que sea necesario para aprender y para alcanzar nuevos descubrimientos. Para trascender debemos ser conscientes de donde estamos, conocer las herramientas necesarias y tener la disposición de ir más allá de nuestras limitaciones. Cambiar nuestros hábitos, ser coherentes, dejar de considerarnos víctimas del sistema, de nuestra familia o del entorno.

Obviar las culpas, las quejas y la vergüenza, para entrar en un estado reflexivo sobre nosotros mismos que nos permita reconocernos sin limitaciones, es una práctica sencilla, que nos rehusamos hacer porque estamos distraídos en las necesidades, las barreras y todos los vampiros que nos chupan la energía y nos aniquilan hasta derrotarnos. Porque, aunque no lo creamos, no recibimos lo que queremos, sino lo que nos interesa, donde nos enfocamos. Cuando pensamos que no podemos, termina siendo así, pero cuando nos damos la oportunidad de demostrarnos de que somos capaces, es grandioso, pues se enciende tu inspiración, impulso y motivación.

Con el favor de Dios, nos leemos la próxima semana.

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