Estados Unidos e Irán a través de los años han cultivado una relación de conflicto ya que nunca se han llevado «bien». Estos países han tenido sus rencillas uno contra el otro, pero todo se complicó la semana pasada, cuando Irán anunció una especie de «alianza» con China y Rusia.
Con el anuncio también se hizo una advertencia a Estados Unidos: Washington debe abandonar la zona del Pérsico, pues «la era de las invasiones de EEUU en la región ha terminado y tienen que irse gradualmente».
Los ejercicios navales de esos tres países comenzaron en el puerto iraní de Chabahar, en el golfo de Omán. El golfo de Omán es una vía fluvial sensible, ya que conecta con el estrecho de Ormuz, a través del cual pasa aproximadamente una quinta parte del petróleo del mundo y que, a su vez, comunica con el golfo Pérsico. Esa movida provocó tensiones entre los dos países, iniciando amenazas.
Las amenazas se hicieron realidad el 28 de diciembre, cuando un ataque con cohetes de Irán cayeron sobre una base militar iraquí dejando varios muertos, entre ellos, un contratista estadounidense.
El acto incrementó las tensiones entre ambos países y un día después, el 29 de diciembre, Estados Unidos atacó en Irak unas milicias respaldadas por Irán que estaban destinadas, entre otras cosas, al «almacenamiento de armas».
El ataque dejó varios militantes muertos y posteriormente, la República Islámica de Irán condenó y calificó de «terrorismo» el ataque estadounidense.
Dos días después de ese ataque estadounidense, el 31 de diciembre, un grupo de manifestantes llegó hasta la embajada de Estados Unidos en Bagdad, Irak, para protestar contra el acto. En medio de la protesta, escalaron los muros, quemaron objetos y forzaron las puertas del complejo. Los manifestantes destruyeron el sistema de cámaras del lugar, prendieron fuego a un centro de seguridad y escribieron en sus puertas: «cerrado en nombre del pueblo».
Al otro día, Estados Unidos anunció el cierre de su embajada y la cancelación de todas las citas programadas, además de acusar a Irán de realizar un «asalto» a la embajada. Trump también adelantó en ese momento que responderían «con fuerza».
Muerte de Qasem Soleimani
En respuesta a ese «asalto», la madrugada de ayer, 3 de enero, Estados Unidos se nombró como el autor de un ataque aéreo en el Aeropuerto Internacional de Bagdad que mató a Qasem Soleimani, un comandante militar iraní que es mencionado como una figura clave en la defensa de ese país.
El Pentágono asegura que Soleimani desarrollaba «planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región».
Tras la muerte del hombre, Irán respondió diciendo que aseguraban una «dura venganza» contra los estadounidenses.
Por su parte, el Presidente de Estados Unidos hizo lo propio a través de Twitter, donde, entre otras cosas, expuso que Irán nunca había ganado una guerra y advirtió que si Irán atacaba intereses o ciudadanos estadounidenses, ya han establecido 52 puntos iraníes de suma importancia que atacarán muy rápido y muy duro. Porque 52 objetivos? En representación de los 52 rehenes estadounidenses (diplomáticos y civiles) que irán capturó en 1979 y que los mantuvo cautivos durante un año y tres meses.
Al momento, Trump ya envió 3,000 soldados adicionales al Medio Oriente.
Créditos: Juan Carlos Prats